viernes, 10 de abril de 2009

Escribiré una nota que dejaré junto a tu ventana, si es que sigues queriendo saber de mi, en donde compondré un canto lúgubre para las noches sombrías en que decidamos ver las estrellas y aullar a la luna.

Empapelaré los recuerdos bonitos y los guardaré, donde los secretos que jamás hemos podido contar.

Relataré historias sobre brújulas rotas, y encantos, y no volveré a girar la cabeza cuando la voz del eco me conteste.

Pues es absurdo alimentar las ansías de aquello que se antepone inmóvil a la verdad.

Porque es absurdo quitar vendas a ciegas y caminar hacia quizá la nada.