miércoles, 28 de octubre de 2009

Estoy destinada al dramatismo, a ahorcar palabras y estrangular pensamientos. Estoy destinada a superar la vida, cruzándome entre las más mínimas esperanzas que pasen a mi lado. Cada vez que me siento bien termino peleándome con el viento, pero me ha pasado alguna vez estar en el lado opuesto. Sigo pensando que la vida son los momentos que creamos, cada uno elige las cosas que merecen la pena y quiere guardar en ella. Otra gente prefiere desechar lo que le resulta menos complicado dejar atrás.. Siento que duele la vida, pero no me pienso rendir a su desdicha..
Dios como odio siempre tener razón.

domingo, 25 de octubre de 2009

Quizá haya entorpecido mis pasos con recelo una y otra vez, y no haya escuchado la calma de la que quería beber.
Puede que tenga miedo de lo que veo inevitable, quizá tenga miedo de dormirme y renacer.
Cuantas noches había soñado poder volver a creer, cuantas tardes y amaneceres me había sorprendido sin piel....
Es demasiado pronto para que sea tarde, es demasiado fervor y demasiado miedo.
Pero a pesar de todo sigo caminando a paso ciego, sigo sonriendo cuando lo pienso.
Queda sabido y descubierto que me gusta abrir los ojos cuando todos duermen y abrigar al alba con mis sábanas de plumas y seda.
Me gusta sentir el cielo en mi espalda, abrazar estrellas antes de caer en la cuenta que puedo acabar fulminada.
Me ha encantado oler madera, aprender con calma que hay laberintos que tienen fin. Me ha salvado poder ser débil algunas veces, y ver lo que deseo con los ojos.. escuchar como ha caído esa desesperada y acosadora hiel.
Yo si he soñado con que estaba durmiendo, y he deseado seguir soñando por dentro.
Ojalá no haya trabas en mi camino, y siga siendo quien siempre he conocido.
Y la verdad, es que tienen razón los que dicen saber que todos nos volvemos locos alguna vez.

martes, 20 de octubre de 2009

Aquel fue el día en que empezó todo. Mi desdicha reescrita y convertida en historia.
Trágico día en que soñaba con poder volver a pasear por la vida, en lugar de arrastrarme. Aun no sabía lo que quería, no sabía recuperarme ni sobrevivir y recurrí a lo fácil.
Aquel día me sentí tan atormentada que ni podía recordar un solo segundo anterior en toda mi vida más bastardo, y aun no sabía que seria el principio de algo bastante trágico.. comenzó ahí mi racha de mala suerte..
El cielo estaba negro, pero no hacía frío.. mis ánimos estaban fallidos y mi corazón desangrado.
Quería y no podía, y decidí que era lo mejor. Intenté unir mis mundos, me salió mal.
Negra vestimenta anduve cual alma perdida intentando ser fuerte y quebrantarme. Quise romper con mis ideales, quise ser otra persona y aunque lo hice, jamás lo logré.
El cielo se abrió, decidí comenzar mi desdicha y no sentí más que amargura. La que después me perseguiría incansablemente. Abrí la garganta y nada consiguió entrar, pues mi alma empujaba sus penas en sentido opuesto.
Abandone a su suerte a quien sabia no podía confiar, con las consecuencias más increíbles y ahora irreversibles.
Mi corazón me gritaba exhaltado, peleaba contra mi y yo solo lloraba por dentro. Perdí algo que sabía algún día iba a perder, y a la misma vez eso me hizo descubrir algo que aun me cuesta creer.
Y allí me encontré en mitad de la inmensidad anunciando mi reto, y nadie podía creerlo. Ni siquiera yo. Nadie creía en mis gestos, y yo luchaba por seguir consiguiendo hacerme más repulsiva.
Esa es la gran noche que se quiere repetir.
No se si quiero verlo, si quiero recordar.. no se si es necesaria para rebautizarme y dejar allí lo que me lleve esa noche.
No si quiero volver al aura que allí abandone en aquel lugar, sólo se que quizá fue necesario para ser quien soy ahora.